Ortodoncia

La ortodoncia es una especialidad odontológica dedicada a la corrección de malas posturas de las mandíbulas y de los dientes para optimizar el equilibrio postural entre las estructuras óseas (fases de reposo muscular fisiológico), la oclusión (reflejo dental creciente), así como el desarrollo de bases óseas para fines funcionales y estéticos.

Una fuerte fuerza ejercida de forma continua y continua sobre los dientes durante un largo periodo de tiempo les permite moverse, gracias a una constante aposición y reabsorción del hueso alveolar que rodea las raíces. Permite así la optimización estética y funcional de los arcos dentales y la corrección de maloclusiones.

ORTODONCIA

Los tratamientos de ortodoncia

La ortodoncia promueve no sólo la estética sino también funciones como masticar, hablar, respirar, tragar y crecer. La normalización de las funciones reflejas debe ser la prioridad de cualquier tratamiento de ortodoncia. De hecho, varias filosofías se oponen entre sí con respecto al lugar de la rehabilitación en el tratamiento. También se debe tener en cuenta que los dientes alineados son más fáciles de limpiar, lo que es una forma de prevención contra las caries y la enfermedad periodontal.

La ortopedia dento-facial debe practicarse preferentemente en la persona joven, pero también se pueden ofrecer ciertos tratamientos a los adultos. Los dientes se pueden mover desde los 4 años de edad (especialmente para tratamientos ortopédicos) hasta una edad avanzada (para la posición de los dientes), aunque los niños tienen una habituación más rápida que los adultos. Después del período de crecimiento, ya no es posible cambiar el tamaño y la postura de las mandíbulas, a menos que se realice una cirugía maxilofacial. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la ortodoncia se ha vuelto cada vez más común entre los adultos en los últimos años.

Para que el tratamiento de ortodoncia sea lo más efectivo y corto posible, es importante intervenir en el momento adecuado

Las fuerzas ejercidas deben ser suaves y constantes. Las fuerzas abruptas, los impulsos linguales y los movimientos de ida y vuelta asociados a la propia fisiología del paciente pueden provocar problemas: recesiones periodontales y reabsorciones radiculares (destrucción de la raíz del diente), que no deben confundirse con la rizalisis que corresponden a la reabsorción natural de los dientes de leche.