La sensibilidad dental es un nombre común para la hipersensibilidad de los dientes o la sensibilidad de la raíz. Si los alimentos y bebidas calientes, frías, dulces o muy ácidas, o la inhalación de aire frío, hace que los dientes o un diente sean sensibles o dolorosos, entonces tiene dientes sensibles.
Como paciente sin formación médica, todo el lenguaje dental y la terminología que podemos escuchar mientras permanecemos sentados en la silla durante un chequeo o procedimiento puede ser un poco confuso. Por supuesto, sería imposible seguir cada pequeño comentario entre el dentista y su asistente, ya que conlleva un estudio previo de la odontología, sin embargo, es buena idea poder entender y utilizar la misma información al tratar de describir los problemas dentales.
La respuesta, para algunos, es sorprendente. Los niños pequeños deben ver al dentista a la edad de 1 año, incluso si todavía están saliendo los dientes. Una visita temprana al odontólogo es una excelente manera de garantizar que los dientes de su hijo crezcan adecuadamente, además para que el pequeño no experimente ninguna caries dental. También es una forma de educar a los padres sobre el cuidado apropiado de los dientes de su niño, ya que el odontólogo deberá orientarlos en las prácticas correctas de cepillado y atención bucal.
Cuando se trata de cuidado dental, lo mejor es encontrar a un dentista en quien usted confíe y con el que se sienta totalmente cómodo. Como la atención dental es un servicio muy personalizado, es beneficioso ver al mismo a este especialista con regularidad. Con el tiempo, su odontólogo lo conocerá a usted y a sus necesidades individuales y desarrollará una relación que tendrá un impacto positivo en su salud oral. Básicamente por eso es muy importante que ud. sepa si su dentista está colegiado y con toda su documentación profesional en regla.
Antes la salud bucal era deficiente debido a la precaria tecnología que había en el momento, además, la educación sobre la higiene bucal era tan precaria, que se limitaba a lo más básico y escolar, esto se debía a qué en realidad, no existían métodos totalmente eficientes para mantener una dentadura totalmente sana más allá que una simple crema dental y un cepillo convencional.
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Siempre existirá un cierto grado de ansiedad antes de ir al dentista, o cualquier médico según el caso, esto es algo normal y es lo que nos hace humanos. Pero si dicha sensación empieza afectar su salud oral y le impide ir al dentista, es posible que experimente un miedo irracional a los odontólogos, o dentofobia. Algunos estudios realizados en Estados Unidos revelan que entre el 8 al 10% de los españoles evitan a los dentistas por tenerle miedo. Mientras tanto, el 20% están ansiosos hasta el punto de que solo buscarán tratamiento dental sólo cuando sea necesario debido al miedo al dentista.
La cirugía oral suele ir seguida de molestias y molestias temporales. Unas reglas sencillas permiten gestionar mejor el postoperatorio.